Salva es un veterano agente comercial de televisores y cámaras de vídeo que tiene que asistir a una importante feria de electrónica donde se juega su puesto de trabajo si no alcanza una determinada cifra de ventas con un material que ya no tiene mucha aceptación en el mercado.
De haber sido en su día un vendedor estrella que lograba cifras que nadie alcanzaba, pasa a ser abandonado por su mujer, a no llevarse bien con su hija y a estar a punto de ser despedido.
Parábola de la sociedad de nuestros días, donde es necesario estar remando todo el tiempo para sufragarnos un consumo del que no necesitamos la mitad, para luego en caso de baja productividad para el sistema arriesgarse a quedar descolgado y dejar de ser útil.
Este comercial ve cómo sus compañeros han ido cayendo paulatinamente y unos de sus amigos, que en su día fue un gran vendedor, se ve obligado a vender puerta a puerta sin cita previa, lo que en el argot comercial se llama a puerta fría.
Increíble la presencia de Nick Nolte en esta modesta producción con un cameo en el papel de un comprador de una multinacional, que exigirá también su precio, acostarse con la azafata que es amiga de nuestro comercial, a cambio de que este consiga el contrato que le posibilite no perder su puesto de trabajo.
Demasiado evidente de nuevo el mensaje en contra de esta sociedad neoliberal, que mide a los hombres en función de su productividad, donde se supone que todo se puede comprar y que nadie tiene la culpa de su propio destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario