Una misteriosa enfermedad se va extendiendo poco a poco por todo el planeta. Lo que al principio se trata de casos aislados de personas que inexplicablemente pasan muchos meses encerrados en casa para acabar muriendo de manera violenta, se acaba transformando en un problema general, los humanidad ha desarrollado un pánico irracional a salir al exterior que provoca la muerte de manera fulminante.
Pronto toda la población mundial se queda encerrada en los edificios y en las casas, abandonando las calles y las ciudades a las fieras que no han desarrollado la enfermedad.
Un ingeniero informático -Quim Gutiérrez- que busca a su novia desaparecida en un centro comercial, junto con un despiadado gestor de plantillas -José Coronado- al que todo el mundo odia y que quiere encontrar a su padre hospitalizado, emprenden una odisea por la red de metro y de alcantarillado de Barcelona, con un GPS robado, que en esas circunstancias se ha convertido en un bien muy preciado.
En su aventura tendrán ocasión de ver cómo la civilización se desmorona y las personas se matan entre sí por un trozo de comida o por cualquier bien insignificante.
Buena película íntegramente española que de manera bastante verosímil nos relata una situación apocalíptica que quizás cualquier día no sea tan improbable.
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