Un ressort en Nápoles donde se celebran varias bodas a la vez sirve de base a uno de los ganadores del programa Gran Hermano, para ir pasando de una boda a otra en plan animador y en loor de multitudes.
Luciano es un pescadero napolitano que está asistiendo a una de esas bodas, donde también aprovecha para hacer sus pinitos interpretativos haciendo imitaciones disfrazado, se queda impresionando cuando ve llegar a este personaje en helicóptero y rodeado de ayudantes.
Animado por la familia decidirá apuntarse a las pruebas para la siguiente edición del programa.
Luciano es un pescadero napolitano que está asistiendo a una de esas bodas, donde también aprovecha para hacer sus pinitos interpretativos haciendo imitaciones disfrazado, se queda impresionando cuando ve llegar a este personaje en helicóptero y rodeado de ayudantes.
Animado por la familia decidirá apuntarse a las pruebas para la siguiente edición del programa.
Desde la escena inicial, donde se ve a todos los familiares en la boda, con unos físicos bastante particulares, densamente maquillados y con vestidos de colores estridentes, para luego mostrarlos en sus casas según se van desvistiendo, pasando por las escenas de la vida cotidiana, donde las gentes viven con trabajos modestos y en otros casos ilegales, producto de la más ancestral picaresca humana, hasta cuando todos los personajes se van metiendo progresivamente en el sueño de Luciano, el director Garrone con un estilo que me recuerda a Fellini, nos hace ver las facetas fantasiosas de la vida, donde no se sabe muy bien cuál es la parte real de la vida o dónde pueda estar la frontera entre realidad y sueño, dando rienda suelta a esa necesidad humana de inventarnos mundos donde nos sintamos más felices.
Esto se hace más evidente cuando Luciano se obsesiona por completo con la idea de participar en el programa y acaba perdiendo por completo el sentido de la realidad. Sintomática es la frase que le repite a Luciano el personaje de Gran Hermano: "never give-up", en un inglés que es la lengua de ese mundo sublimado.
Fidedigno retrato por otro lado de lo que puede ser una Italia donde la televisión tiene esta influencia tan grande en algunos ciudadanos y donde los personajes salidos de estos programas son auténticos ìdolos sociales capaces de arrastrar masas.
Esto se hace más evidente cuando Luciano se obsesiona por completo con la idea de participar en el programa y acaba perdiendo por completo el sentido de la realidad. Sintomática es la frase que le repite a Luciano el personaje de Gran Hermano: "never give-up", en un inglés que es la lengua de ese mundo sublimado.
Fidedigno retrato por otro lado de lo que puede ser una Italia donde la televisión tiene esta influencia tan grande en algunos ciudadanos y donde los personajes salidos de estos programas son auténticos ìdolos sociales capaces de arrastrar masas.
Me parece una película inteligente realizada a partir de una idea sencilla, cuyo final termina siendo justamente de una manera fantasiosa la realización del sueño por parte de Luciano.
Presentada en el Festival de Cannes de 2012 venció el Gran Premio del Jurado.
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