Lo que empezó como un conflicto interno en la película anterior de hace 2 años "Outrage" ahora se convierte en una guerra a escala nacional. No siendo capaces de poner freno a la escalada de violencia generada, la policía decide recurrir a Otomo -Takeshi Kitano- un antiguo yakuza que está cumpliendo una condena de 10 años en la cárcel y al que todo el mundo daba por muerto.
Como era de esperar, una vez que éste sale de la cárcel, estalla la guerra total con asesinatos por todos los lados, llevando a cabo ajustes de cuentas por todos los motivos divinos y humanos.
Se trata de la secuela del mismo film del año 2010, que esta vez ha sido presentado en la edición del festival de Venecia de 2012, con críticas poco elogiosas.
En esta ocasión Kitano se recrea menos en la sangre y en los actos de violencia como en películas anteriores, limitándose a acentuar el sonido y la visibilidad de los disparos para remarcar la virulencia y la contundencia de las muertes. Él sigue haciendo el mismo exitoso papel de siempre, ya sea de un implacable policía o yakuza, siempre hierático e impasible, duro donde los haya, que lo borda y que le ha valido el sobrenombre del Clint Eastwood japonés.
Yo por mi parte me alegro de poder usar esta reseña para hacer un elogio de este director y actor, que nos sorprendió con dos obras maestras, "Sonatine" (1993) y "Hana-bi" (1997), esta última León de Oro en Venecia, creando lograr un lirismo en su cine, que resulta muy difícil de igualar.
En "Outrage Beyond" vuelve a recurrir al tema de la violencia de los yakuza en Japón, sin lograr crear ese universo poético que tanto valor le dio, aunque sigue filmando con un estilo bastante sobrio, de manera que la película se sigue muy bien y resulta incluso entretenida. Me parecen exageradas las críticas recibidas si nos atenemos a otros bodrios que se han presentado en el mismo festival.
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