Protagonizada por la, en estos momentos, ubicua guapísima actriz pelirroja Jessica Chastain en el papel de un agente del Mossad que se traslada a Berlín Este en el año 1966, para junto con dos compañeros capturar al excirujano jefe del campo de concentración de Birkenau, con la idea de llevarlo a Israel para ser juzgado.
La trama se complica cuando una vez capturado el exjerarca nazi, que llevaba una plácida vida como médico de ambulatorio, este se les escapa y desaparece completamente.
Así las cosas y para evitar el descrédito suyo y de su país, al volver a casa en loor de multitudes, deciden fingir que lo capturaron y que lo liquidaron cuando quería escapar.
Sin embargo, 30 años después, cuando Jessica -cuyo papel de mayor lo interpreta Helen Mirren- y otros de los agentes que también participó en la operación, con el que mantuvo un intenso romance que no llegó a buen puerto, no pueden soportar la presión de la mentira.
Hasta aquí todo bien, si no fuera porque al director se le ocurre hacer un final bastante rocamboleso, llevando la trama a Kiev y que acaba estropeando la película. En fin, si nos olvidamos de este final fantasioso, por lo menos es entretenida y está bien filmada.
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