Entretenida película acerca de la vida de un doctor, esta vez muy bien interpretado por Eduardo Noriega, que a través de un incidente violento con el familiar de un paciente descubre que tiene poderes sobrenaturales para curar a las personas y de paso salir de esa vida de pesimismo permanente que lleva.
Como podía ser de preveer, al final se verá en la encrucijada de tener que elegir a quién salva dentro de su propia familia, aunque es verdad que la trama se desarrolla con toda normalidad y de manera bastante amena.
Se presentó en la sección Panorama del Festival de Berlín, sin que tuviera una acogida particular.
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