Killing them softly (2012), Andrew Dominik. (Mátalos suavemente)

Cuando dos raterillos de poca monta logran dar el golpe y robar a la mafia de Nueva Orleans la recaudación en una sala clandestina de juego de póker delante de las mismas narices de los mafiosos, estos, para salvar su prestigio y recuperar el dinero, se ven obligados a llamar a un profesional, Jackie Cogan (Brad Pitt), un asesino a sueldo especializado en resolver eficazmente este tipo de asuntos.

Mientras Cogan se dedica a buscar a estos 2 ladrones va encontrándose con personajes que reflejan cómo las vidas en el fondo son las mismas en todos los submundos.

Desde James Galdonfini -el genial protagonista de la serie de tv Los Soprano- que hace el papel de un asesino a sueldo venido a menos por el alcohol y el vicio de la prostitución, hasta el punto de ya no ser fiable, hasta Ray Liotta -el protagonista de la también genial "Uno de los nuestros"- haciendo el papel de encargado de la timba, que es el primero en ser ajusticiado por no haber sabido velar por la seguridad de la misma, pasando por Richard Jenkins, el portavoz de los mafiosos, que quiere que Cogan haga la limpieza, pero que salga barata. 

Con este reparto excepcional se desarrolla un thriller que supone un elogio de la soledad y de una amoralidad absoluta. Significativa una de las frases finales de Cogan parafraseando a Jefferson: "América no es un país, es un negocio".

Paralelamente, en todas las escenas de la película que tienen lugar en un bar o en un sitio cerrado, se ven siempre en la televisión o se oyen en la radio claramente trozos de los debates televisos entre McCain y Obama en la campaña de las presidenciales de 2008, con intervenciones de Bush, que por momentos captan la atención de la cámara, en lo que el director parece querer decirnos cómo la vida real se desarrolla completamente al margen de la política.

Participó a concurso en el Festival de Cannes de 2012. Cine independiente americano dirigido a la europea que me ha gustado mucho. El hecho de que se salga de los cánones habituales de tipos duros, listos y guapos, y quiera ser un poco más profunda, se ha traducido en una acogida regular en las taquillas.

Brad Pitt, que para mí sigo sin verle la talla de una grandísimo actor, creo que hace uno de los mejores papeles que yo le haya visto.