Historia de 3 familias iraníes que van a pasar un fin de semana a la playa en el norte de Irán y que aprovechan para invitar a a Elly, la profesora soltera de uno de los niños de uno de los matrimonios, para que conozca a un amigo que ha regresado de Alemania porque acaba de divorciarse.
Lo que empieza como un fin de semana lúdico, en el que todos se ríen y se relacionan en un entorno jovial, la repentina desaparición de Elly debido a un secreto que no puede confesar, cambiará completamente las relaciones entre todos y acabará teniendo consecuencias trágicas.
Esta trama tan sencilla le sirve a Farhadi una vez más para mostrarnos de manera clarividente lo débiles y volubles que son los equilibrios sobre los que se asientan las relaciones humanas y los valores de la sociedad, el modo en que pequeños acontecimientos pueden modificar e influir nuestro comportamiento sin que nos demos cuenta, cambiando nuestro trato con los demás y nuestra opinión sobre las cosas.
El cómo una misma actitud puede determinar reacciones diferentes según cómo lo reciban las personas o incluso en nosotros mismos, en función de la forma o el modo en que nos llegue. Lo que en un momento dado es una balsa de aceite en una familia o en un ambiente laboral, con qué facilidad se puede transformar en un infierno.
La película ganó el Oso de Plata al mejor director en el 59 Festival Internacional de Cine de Berlín, además del premio a la Mejor Fotografía en el Festival de Cine de Tribeca.
Recordemos que Asghar Farhadi también ha ganado últimamente por una película similar - Una separación- el Óscar a la mejor película extranjera 2012.
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