La trama tiene lugar en North Country, la parte más al norte del Estado de Nueva York, cerca de
Todas estas indicaciones geográficas tienen su sentido para ubicar la historia. Las reservas indias en Estados Unidos gozan de un estatuto particular para proteger a las poblaciones indígenas y compensarlas por los efectos de la colonización europea, tienen concedidas licencias de juego para abrir casinos exentas de impuestos y poseen su propia policía.
Gracias a ello, la mujer que ha conocido por casualidad una india que se dedica al contrabando de personas entre los países a través de la reserva, empieza a colaborar con ella llevando inmigrantes ilegalmente de Canadá a Estados Unidos, escondiéndoles en el maletero del coche y atravesando la frontera por una zona poco vigilada, pero muy arriesgada como es el río San Lorenzo, helado en invierno.
La mujer desesperada ante su situación económica tan acuciante junto con la india también desesperada por recuperar a su hija de un año, comienzan a hacer más viajes asumiendo más riesgos para ganar más dinero, hasta que se produce el desenlace inevitable.
La película narra con dureza cómo puede ser la otra cara del sueño americano, gente que no tiene la fuerza o la valía para trabajar duro y cómo la ausencia de un sistema de protección social los aboca a la exclusión o a la delincuencia.
Se presentó en el Festival de Sundance en 2008 con una buena acogida.
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