Muy buena película argentina que narra las vicisitudes de un arquitecto de la alta burguesía de Buenos Aires y de su esposa e hija -que viven en el al parecer único edificio construido por Le Courboisier en América-, cuando el vecino de enfrente decide abrir una ventana en la pared que da justamente a su vivienda.
Esta trama tan sencilla sirve al director para, por un lado poner en evidencia la frivolidad y aleatoriedad que hay detrás del éxito social, y por otro lado como la bondad y la maldad humanas se pueden presentar de las maneras más diversas.
Rodada con inteligencia e ironía, también trata de mostrar a los personajes de manera real y su interacción con un gran sentido del humor, dejando que sea el propio espectador el que haga los juicios morales. Algunas escenas provocaron la carcajada general en la sala, lo cual no es frecuente.
Ha sido presentada en muchos festivales de cine, donde ha obtenido buenas críticas y algunos premios. Curiosamente he visto que en las críticas oficiales ha recibido comentarios normales, críticas que sospechosamente valoran positivamente las películas americanas de aventuras. En fin, tendré qué ver qué dijo mi oráculo Boyero.
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