Melancolia (2011), de Lars Von Trier. (Melancholia)

Estrenada en el último Festival de Cannes de 2011, con gran polémica por las comprensivas valoraciones de su director acerca de los nazis en una rueda de prensa, que le valió una posterior descalificación por parte del certamen, se trata de una desilusionante película que no responde en absoluto a las expectativas generadas, por lo menos en los medios de comunicación.

La trama sucede en la celebración de una boda en una suntuosa casa en el campo que se ve atravesada por un suceso cósmico que despierta todo tipo de fenómenos meteorológicos y psicológicos: la llegada de un planeta rojo cuya órbita había estado oculta por el sol y que podría chocar con la Tierra, lo que supondría el advenimiento del fin del mundo.

Partiendo de esta idea general muy interesante, el desarrollo de la misma es completamente nefasto, desde el trabajo de actores de reconocido prestigio, Kiefer Sutherland -perdido en su papel-, Charlotte Gainsbourg -artificial en su papel de hermana de éste-. Afortunadamente Kirsten Dunst hace una buena interpretación, si bien su papel resulta inverosímil por sus repetidos e inesperados giros sin sentido.

Lars von Trier, egregio fundador del innovador pero ya trasnochado movimiento Dogma, se permite ir resolviendo el guión a base de desafortunadas ocurrencias, que ofenden cualquier sentido de la trama o de la más mínima verosimilitud, fundamental si se está narrando un acontecimiento astrológico, que en la propia película han descontado cientifícamente los propios protagonistas.