Historia de Ernesto Marchetti, romano de extracción popular, al que su padre le predice en su infancia que será la última rueda del carro.Su vida discurrirá paralelamente a la de su amigo de la infancia, aquel que cuando era pequeño no le pasaba el balón, con el que montará una empresa de mudanzas, para que más tarde le abandone en busca de negocios más rentables, sin que nunca pierdan el contacto.
Mientras, Ernesto se casará, tendrá hijos y cambiará de profesión varias veces, todo con el trasfondo de la Italia de los años 60 hasta nuestros días, para que al final se cumpla la profecía del padre.
Historia de la vida misma y de cómo ésta parece que está ya predeterminada en nuestra infancia, cómo aparentemente pensamos que somos libres de elegir, pero que al final nos moveremos entre unos márgenes establecidos. Nuestro carácter, nuestro entorno y nuestras facultades que se configuran cuando somos jóvenes y de ahí marcarán ineludiblemente el desarrollo de nuestras vidas.
Al modo de Houellebecq en su libro Particulas elementales y del propio Veronesi en su película Qué será de nosotros, esta nueva referencia a la predeterminación de nuestras vidas y a que por tanto no merece la pena intentar cambiarlas, nos traslada un sentimiento pesimista, que se compensa con algunos destellos de humor en los comportamientos estereotipados de los personajes secundarios, pero que a la postre vienen a confirmar la teoría planteada.
La falsa alarma sobre el descubrimiento de un cáncer en Ernesto y la pérdida de un billete de lotería con premio multimillonario, abundarán aún más en esta idea de que Ernesto no puede cambiar su destino.
Buena interpretación de los actores y en particular del protagonista, Elio Germano, que siempre borda sus papeles.
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